martes, 15 de septiembre de 2015

Globalización

        

Bélgica es uno de los países-paradigma del Estado de bienestar. Según la Oficina Estadística de la Comisión Europea (Eurostat), sus trabajadores tienen un sueldo medio que supera los 30.000 euros anuales, son los que menos accidentes laborales padecen y si se quedan en el paro cobran un subsidio de desempleo de por vida.

La Belgica plural, al uso de la terminología de moda, lo más parecido a una nación de naciones, sería la Bélgica plural del siglo XXI: Flandes, la región norteña rica y próspera donde habita el 58% de la población, formada por flamencos altos y rubios que hablan holandés y adoran las bicicletas, la cerveza y los tulipanes; y Valonia, el sur más deprimido, donde el 32% de los belgas padecen las peores tasas de desempleo y pobreza, y donde los niños se educan en francés y se socializan en la cultura del vino. Apenas hay relación entre ambas, pues disponen además de medios de comunicación, sindicatos y partidos distintos y separados.

Entre Flandes y Valonia está Bruselas, la cosmopolita capital europea y único territorio bilingüe del país donde los funcionarios de correos tienen la obligación de conocer los dos idiomas. Es el único punto de encuentro de flamencos y valones, pero en caso de escisión, sería también el botín a disputar.

Un importante acontecimiento que marca la entrada de Belgica al neoliberalismo es su integración a la Union Europea desde el 1 de enero de 1958 conformada por veintisiete países, algunos de ellos son: Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Reino Unido, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y España. Sus objetivos son: Eliminar las barreras promoviendo justicia, libertad y seguridad, libre competencia dentro de un mismo mercado, promover el progreso científico, lucha por la igualdad y fomentar la paz entre las naciones.

Los sectores más importantes de la economía belga en 2014 eran la administración pública, la defensa, la educación, la sanidad y los servicios sociales (22,7 %), el comercio mayorista y minorista, el transporte y la hostelería (19,8 %), y la industria (16,8 %).

Sus principales socios de exportación e importación son Alemania, Francia y los Países Bajos.


El dinero que Bélgica aporta al presupuesto de la UE contribuye a financiar en todos los países miembros programas y proyectos, como la construcción de carreteras, la inversión en investigación y la protección del medio ambiente.

Belgica también forma de la urozona, denominada oficialmente zona del euro y llamada también zona euro, es el conjunto de Estados miembrosde la Unión Europea que han adoptado el euro como moneda oficial (19 Estados), formando así una unión monetaria. Su creación data del 1 de enero de 1999. La autoridad monetaria que controla la zona del euro es el Eurosistema. La autoridad económica y política reside en el Eurogrupo y en la Comisión Europea.

El Banco Central Europeo es la entidad responsable de la política monetaria de los estados que forman la zona del euro.

El efecto de la internacionalización, el desmembramiento y el paso bajo control extranjero de las sociedades holdings (grupos financieros), en particular la principal de ellas, la Société Générale que dominaba la economía, y de otra parte, en la lógica inducida por el desigual desarrollo entre el Norte y el Sur, hemos asistido a la reactivación del nacionalismo flamenco y la reivindicación regionalista valona. Mientras Valonia se debatía en la reconversión de una vieja industria, en Flandes aparecía una nueva patronal y se desarrollaba un capitalismo.

La federalización de las estructuras del Estado se inscribe en esta evolución. Tanto que el enfrentamiento izquierda-derecha en relación a las políticas de austeridad promovidas a partir de los años 1980.

La moderna economía de mercado de Bélgica es beneficiada por la localización geográfica privilegiada del país en Europa, por una red de transportes bastante desarrollada, y por una base industrial y comercial diversificada.
Cerca de ¾ partes del comercio del país es hecho con otros países de la Unión Europea. Su economía está estructurada en los tres sectores básicos de forma irregular: el 1% de su economía está enfocada en el sector agrícola, el 25% en el sector industrial y el 73% en el sector de servicios.
Hasta mediados del siglo XIX, la economía belga era fuertemente agraria, pero más adelante estuvo entre los primeros países en adaptar su economía a los cambios introducidos por la Revolución Industrial debido a las grandes reservas de carbón que poseía la industria. Hoy en día la metalurgia sigue teniendo un peso importante en el sector secundario.

Actualmente el sector servicios emplea casi al doble de personas que la industria. Hoy en día, Bélgica es un país económicamente avanzado, ocupando la novena posición en el índice de desarrollo humano elaborado en 2005 por las Naciones Unidas, y siendo el tercer país del mundo en cuanto a formación de sus trabajadores, según un reciente informe de la OCDE.

Aun así, desde hace ya más de veinte años el sector servicios es el motor de la economía debido, entre otras cosas, a la presencia de múltiples instituciones internacionales y comunitarias en el país. Gracias a ellas en Bélgica se concentran gran cantidad de empresas de servicios y agencias de representación internacionales.









No hay comentarios.:

Publicar un comentario